Elementos De la Publicidad
En la publicidad se encuentran elementos, de
los cuales cabe mencionar:
- Emisor: Es el encargado de definir los objetivos publicitarios, los medios publicitarios y los mensajes publicitarios que serán enviados al receptor (público). El Emisor es el negocio o empresa que lanza la campaña publicitaria.
- Objetivo publicitario: Es el objetivo que se pretende alcanzar al hacer uso de la publicidad, por ejemplo, el de dar a conocer la existencia de un nuevo producto, el de informar sobre sus principales características, el de persuadir o motivar su compra, el de hacer recordar su existencia, etc.
- Medio o canal publicitario: Es el medio o canal a través del cual se envía el mensaje publicitario al público objetivo; como por ejemplo: la televisión, la radio, diarios, revistas, Internet, correo tradicional y electrónico, ferias, campañas, eventos, afiches, carteles, folletos, volantes, etc.
- Mensaje publicitario: Es el mensaje que se envía al público objetivo a través de los medios o canales publicitarios. Este debe señalar las principales características, beneficios o atributos del producto. Debe estar compuesto de un lenguaje claro, fluido y fácil de entender. El mensaje publicitario deberá captar la atención del consumidor, y deberá ser un mensaje veraz, no se debe ofrecer algo que el producto no posea o algo que no se pueda cumplir.
- Receptor: Es quien recibe el mensaje publicitario, a través de los medios o canales publicitarios. El receptor está conformado por el público objetivo.

Publicidad Científica
Un texto
científico, o sea una publicación
científica o comunicación
científica, es uno de los últimos pasos de cualquier investigación científica, previo al debate externo. La publicidad es una ciencia que está basada
en principios y es razonablemente exacta. El único propósito de la publicidad
es vender. No hay dos campañas
publicitarias iguales. La individualidad es esencial. La imitación es
reprochable. La publicidad equivalente la habilidad de vender. Sus principios
son iguales.
Principios
de la Publicidad
Aunque existen una
gran cantidad de teorías de la publicidad, una de las más antiguas (1895)
es la teoría o regla AIDA, nacida como simple recurso didáctico en cursos de
ventas y citada de continuo:
- Atención
- Interés
- Deseo
- Acción
Según esta regla, estos son los 4 pasos
básicos para que una campaña publicitaria alcance el éxito; en primer lugar,
habría que llamar la atención, después despertar el interés por la oferta,
seguidamente despertar el deseo de adquisición y, finalmente, exhortar a la
reacción, u ofrecer la posibilidad de reaccionar al mensaje, derivando,
generalmente, en la compra.

- Atención: es la polarización de los sentidos sobre un punto, la aplicación de la mente a un objeto; es despertar la curiosidad.
¿Cómo se capta la atención? La
atención se otorga a aquello que tiene relación con nosotros. Todo lo que
afecte a nuestro «yo» es objeto de atención: puede significar peligro o
beneficio; puede que sea halagueño u ofensivo. Una frase como: "Pienso que
usted podría sacar un beneficio mayor si...", "¿Me permite que le
explique...?", o bien, "Usted podría disminuir sus pérdidas (o sus
gastos) en concepto de...", llaman la atención de forma poderosa.
También
se puede captar la atención con algo que está fuera de lugar; por ejemplo, un
gato sobre el teclado del PC, o bien con algo que no está donde debiera estar,
como puede ocurrir con el jabón en el baño. Sin embargo, se debe tener cuidado
con estos impactos; deben tener relación con la venta. Un vendedor de zapatos
seguro que captará la atención de su cliente si se presenta vestido de Piel
Roja, pero será muy difícil que venda algún par.
En
la venta personal, la atención se capta con cortesía y respeto, con el lenguaje corporal y facial,
con una sonrisa, con una clara demostración de interés por el interlocutor y
sus intereses, con empatía,
haciéndole ver que se ha comprendido su preocupación.

- Interés: despertar el interés es lo que se pretende al captar la atención. Se puede definir como una atención continuada, como una forma de curiosidad no satisfecha. El diccionario dice que es una "inclinación hacia una persona o cosa" y hasta cierto punto esta acepción también es válida en ventas.
¿Cómo
se despierta el interés? Alguien que sabe escuchar y comprender,
puede aportar algo positivo. El interés se debe despertar con una oferta. Es
importante que el interés se oriente hacia el producto y los servicios que
brinda, especialmente en su capacidad de satisfacer las necesidades del
comprador. Una forma frecuente de despertar interés es contando historias de
otros clientes satisfechos.
En
la venta personal, es negativo o poco positivo que el interés del cliente se
centre en la facilidad de expresión del vendedor o en otro aspecto de su
persona. Lo mejor es dejar hablar al comprador potencial. Escuchar activamente
con los oídos y con los ojos. Atender y entender sus objeciones y sugerencias,
que servirán de guía para retornar a la línea de argumentación. Hacerle saber
que obtendrá un beneficio o evitará una pérdida con el producto o servicio le
mantendrá interesado.
- Deseo: el deseo de poseer el producto es consecuencia de una buena demostración. Este paso consiste en mostrar y convencer. Una demostración es exponer el producto en uso, destacando los beneficios que proporcionará al comprador. Crear la sensación de que ya tiene el producto, que ya tiene la solución que le brinda el producto. Esto produce una segunda sensación, esta vez de ansiedad o temor de perder el producto, de perder la solución a su problema, de perder la satisfacción de tener la solución de un problema... si no decide comprar. En la venta personal, si no es posible hacer funcionar el producto (porque no se trata de tangibles sino de un servicio) hay que mostrar sus efectos con gráficos, folletos, números, audiovisuales, planos, mapas, testimonios, etc.
¿Cómo se consigue despertar el
deseo? El deseo
como apetencia natural por poseer artículos que solucionan problemas y
facilitan el acceso a la felicidad existe de forma natural, espontánea. El
deseo de comprar existe de forma natural. A casi todo el mundo le resulta más
grato comprar que vender. Para estimular el deseo se ofrecen descuentos o se
limita la oferta a un período relativamente corto.
- Acción: La acción se concreta en la adquisición del bien o servicio ofrecido. El mensaje debe conducir a la acción; precisamente a la acción de comprar. Después de solventar todas las objeciones para inducir la acción de comprar se puede ofrecer la opción de reembolso o devolución.

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